Un avión pasó volando
ayer tarde por mi casa.
No era un avión de combate
que con la muerte amenaza.
Era un avión de mi Patria
la del amor puro y franco.
Era más bien un juguete
pintado celeste y blanco.
Era tan lindo mirarlo
que lo seguí contemplando.
Así, muy suave y tranquilo,
se fue volando… volando.
¡Bendita sea mi tierra!
¡Bendito su suelo amado!
Donde pasan los aviones
y todo se hubo olvidado.
sábado, 4 de octubre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario