sábado, 4 de octubre de 2008

El toro Romualdo

El toro Romualdo
tiene un gran complejo.
Muy triste se mira
que ya no es bermejo.

Su vista de fuego
casi está apagada.
Ni embiste con rabia
a la empalizada.

Ni siquiera brama
en el mes un día.
Ni escarba la tierra
con furia bravía.

Busca en las mañanas
el pastito tierno.
Y ya no le agradan
las noches de invierno.

Anda siempre ausente,
calmo, quieto, manso.
Y si da tres pasos,
dos son de descanso…

¡Ah… toro Romualdo…!
¡Cuánto que has cambiado…!
Ahora te resulta
hasta grande el prado…

El toro Romualdo
no tiene complejo.
Me estoy dando cuenta
que se ha puesto viejo.

No hay comentarios: