El oso virtuoso
su violín tocaba.
Dulces melodías
que él mismo inventaba.
Nadie sabe cuándo
ni cómo aprendió,
así de repente,
un concierto dio.
Es muy raro el caso
-muchos comentaron-
Otros cosas feas
dijeron… gritaron.
Pero el oso nunca
guardó algún rencor,
su pecho tan sólo,
sabía de amor.
Y desde aquel día
el oso virtuoso,
en toda la selva
se volvió famoso.
…Y allí está, seguro
su violín tocando,
y a las malas lenguas
tal vez intrigando.
sábado, 4 de octubre de 2008
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