Hoy el día está nublado,
tiene cara de tristeza,
y hasta el árbol más bonito,
ha perdido su belleza.
Hoy no vuelan mariposas,
ni se siente la torcaza,
ni hay revuelos de gorriones…
Sólo el viento pasa… pasa…
Hoy las flores no perfuman,
y el jardín perdió su encanto.
Hoy comprendo, Señor Febo,
que tú vales tanto… tanto…
sábado, 4 de octubre de 2008
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