Una nubecilla blanca
jugando estaba en el cielo,
que era un barco navegando
en un mar de terciopelo.
Otra nubecilla rosa
que entre mil flores jugaba,
y con su boca de espuma
una por una, besaba.
Otra nube, azul marino,
en el norte recostada,
la llegada de su amante
esperaba ilusionada.
Y una nube, blanca cala,
muy amiga de la brisa,
pensaba que en otros mundos
iba viajando deprisa.
Y quedó la gris plateada
soñando que era un pañuelo,
que iba enjugando de a poco
las lagrimitas del cielo.
sábado, 4 de octubre de 2008
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