Entre las viejas leyendas
contadas por las abuelas,
hay una extraña y curiosa
de una hormiguita viajera.
Amante de los caminos.
Ávida de cosas nuevas.
Nunca en el mismo lugar
residió una primavera.
Viste zapatos oscuros.
Medias largas y rayadas.
Bombachón y blusa fina.
Una valija y paraguas.
Conoce tanto de arroyos
como de pampas y valles.
De montes y de quebradas,
y de importantes ciudades.
Pero vaya a donde vaya
lleva el bien a todas partes.
Donde una mano hace falta
allí está firme y constante.
Tal vez, cuidando a un enfermo.
Tal vez, a un herido grave.
O cruzando, simplemente,
con quien no pueda una calle.
Si encuentra usted una hormiga
lejos de sus compañeras,
déjela seguir su marcha
que es “La Hormiguita Viajera”.
sábado, 4 de octubre de 2008
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